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jueves, 22 de mayo de 2008

Tres. Obsesión

Ya no la quiere.
Ya no siente lo que sentía, ya no quiere abrasarla, ya no quiere besarla, ya olvidó como besar.
Ve todas las noches su luna, pero en ella ve a Ana, y solo quiere tenerla, no le importa abrazarla, solo tenerla, sería suficiente.
Es su obsesión, Ana y la Luna, para el son una misma. La Luna y Ana, en una oración no estaban la una sin la otra.
Ya no la amaba. ¿Qué es amor? ¿Lo que sintió era amor?
Quiero morir, esta noche, iré a Ana la Luna
Ya era noche, y caminaba en la oscuridad, pasaba por una tétrica plaza con árboles secos muy oscuro. Tomo asiento en una banca, nunca pasaba por ese lugar, pero le recordó el sueño de hace unos días, muy estupidamente esperaba que apareciera Ana con su brillo lunar, se sentía aun mas tonto por que sabia que no iba a suceder.
Entonces por que la esperas.
Se quería marchar pero ¿y si por alguna extraña razón Ana aparecía?
Pero no va a pasar, mejor hay que irnos.
Sentía como si se estrujara a si mismo por dentro, una parte se quería marchar y otra se negaba.
Una luz apareció entre los troncos de los árboles secos, René quiso no estar ahí, era un brillo plateado que se acercaba, no lo creía, se puso de pie y se marcho.
Era ella, en realidad era ella, con su platinado brillo. ¿Pero por que no la esperas? ¿No era eso lo que querías?
Iba casi corriendo, su casa quedaba cerca del lugar. Llego a su casa y se fue directo a preparar su café.
Miguel siempre dice que con un café se le quitan los nervios.
El agua casi hervía, René estaba en el ventanal mirando su Luna, estaba contento pero nervioso, se sonrojó como si la luna le hubiera coqueteado.
Se tomo el café muy cargado, mientras se lo tomaba pensaba en muchas cosas, planeo ir al día siguiente, también planeo no quedarse, solo quería ver que pasara otra vez, para cerciorarse de que no fue producto de su mente. Pensó en lo que le diría el día que se atreviera a quedarse. Pensó en como seria su vida con la nueva Ana plateada.
Extrañamente nunca pensó en que le diría la gente, ¿y si era un fantasma? Pero no tenia tiempo para pensar en tantas cosas. Era tanta su obsesión que no le importaba lo tonto que sonara, solo pensaba en tener a Ana, solo tenerla, ya la amo en soledad por mucho tiempo. Que extraña obsesión.


1 comentario:

Anónimo dijo...

WOW segunda parte xD
ya me está gustando... no se si valla a terminar con un tipo en el manicomio, o con 2 fantasmas amentes plateados, o no se ajajajaja
supongo que lo que sigue será imperedecible cierto?